Vivo con valor



Hoy es un día en que honramos la memoria de los seres queridos que han partido, y por ello quiero recordar esos valores que me enseñaron mis padres y mi abuela y que son la semilla de la persona que hoy soy. Ellos me enseñaron con su ejemplo que debo ser honesta, responsable, tolerante, agradecida, justa, solidaria;  y viviendo esos valores en mi actuar diario, honro constantemente su recuerdo y los mantengo vivos, porque forman parte y pilar de mi personalidad.

Y con el preámbulo personal que he compartido,  quiero exponer mis reflexiones en torno a  la LEALTAD, que es el valor del mes de acuerdo al calendario de "Donde hay un poblano, hay compromiso"



¿En dónde surge la lealtad? Desde mi punto de vista, tiene sus raíces en la experiencia que vivimos en la familia. Ya que la conciencia moral primitiva es la voz de los padres en nuestro interior diciéndonos lo que está bien y lo que no, lo que está permitido y lo que no; con el tiempo vamos interiorizando un patrón de comportamiento con base en lo que establecido en nuestra familia. Entonces ser leales a sí mismos implica ser leales a los principios familiares, a nuestras raíces. Una vez que hemos hecho nuestros esos principios morales por convicción, el apego a ellos es lo que yo considero la lealtad a uno mismo, que es la primera instancia para vivir con valor,  y así es como vamos traspolando esa identidad moral y ética a todos los ámbitos de nuestra vida.


En el caso de la docencia, es indispensable regirnos por un código de ética profesional, dado que trabajamos con seres humanos en formación y desde mi perspectiva, la lealtad a ese código nos dicta actuar en consecuencia con la vocación docente, con el ánimo y el espíritu de servicio, con el compromiso y responsabilidad que implica el desempeño de nuestra importante tarea en la educación.

El código de conducta para los servidores públicos de la secretaría de educación pública considera la Lealtad dentro los principios que nos rigen.


Les invito a revisar y reflexionar en lo individual y al interior de los colectivos docentes, sobre el código de ética profesional que hemos construido en cada uno de nuestros centros de trabajo y a la lealtad que le guardamos día a día en el desempeño de nuestra labor en las escuelas. Es decir les invito a que se renueve nuestro compromiso para actuar en apego a los principios éticos de nuestra profesión.

¡Vivamos con valor!
Mtra. Alicia González Pacheco
Supervisora de la zona 113 de Educación Preescolar






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